La rosa de Jericó

Especie única, cuyas ramas tienen la propiedad de contraerse con la sequedad, permaneciendo cerradas y secas con una total autonomía bajo cualquier condición, sin tocar el agua durante muchísimos años, volviendo a abrirse con la humedad o al contacto con el agua, recobrando toda su frescura y belleza.

Arrancadas del suelo por el viento, este las arrastra a su merced, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y desiertos cruzando las fronteras de diversos países de  Asia y diseminando sus semillas por todos ellos.  Este errar interminable dio forma a la leyenda de Jesús en el desierto.

De los desiertos de Arabia, Egipto, Palestina y riberas del mar rojo, no crece sin embargo en Jericó. Sí es cierto que miles de años atrás (2000 A.c.), ricos hacendados y comerciantes de esta ciudad las traían desde Arabia como un preciado talismán para sus casas y negocios. Pudiera ser que el esplendor de Jericó  en esta época diera nombre a la planta.

Cuenta una leyenda de las regiones centrales de Asia que cuando Jesús e retiraba a orar al desierto, la rosa de Jericó, arrastrada por los vientos, se detenía dulcemente a sus pies y de  madrugada, después de abrirse con el rocío de la noche, ofrecía al maestro las gotas de agua de sus ramitas. Jesús las tomaba con las yemas de sus dedos, llevándoselas a los labios para calmar su ardiente sed.
Conmovido, la bendijo.

Existe la firme creencia, arraigada en muchos pueblos de la tierra, de que quien adopta y cuida una rosa de Jericó, atrae milagrosamente hacia sí, y los suyos, paz, amor, salud, fuerza, felicidad, suerte en los negocios, habilidad en el trabajo, y bienestar económico.
Es por ello que, en numerosas ocasiones, llegaron a pagarse sumas muy considerables por poseerla, pues rara vez se tenía la ocasión de encontrarla.
Si usted la adopta, enhorabuena!!!
Asómbrese ahora con el espectáculo más hermoso que pueda contemplarse, al ver cómo la rosa de Jericó se abre majestuosamente al contacto con el agua, llenándose de vida y frescura  para siempre.

Instrucciones  para  activarla.

Vierta agua en una vasija de cristal hasta la mitad y coloque la rosa de Jericó. Comenzará a abrirse  poco a poco durante las próximas horas, hasta desplegar por completo sus ramitas y recobrar su color original. Tres días dejar el agua sin cambiar. El cuarto día con cuidado, la saca de la vasija y tira el agua. Enjuague con agua solamente la vasija. Vierta agua otra vez hasta la mitad y sumerja la rosa de Jericó durante cuatro días, completando así siete días necesarios para su limpieza.

Al séptimo día, ya limpia, llene la vasija completamente hasta cubrir la rosa de Jericó, sumerja en el agua junto a la planta: una llave de su hogar, para que lo proteja; 5 monedas doradas, para que no falte el trabajo y tener bienestar económico; una alianza de matrimonio, para que proteja a su pareja e hijos, o cualquier otro objeto relacionado, en lo que necesite su ayuda.

Después dedíquele esta oración: “divina rosa de Jericó, por la bendición que recibiste; la virtud que encierras,  y el poder que se te concedió en el amor a Jesús y su infinita misericordia, te ruego que protejas este lugar y a todos los míos de cualquier mal o adversidad.”

Dejarla que trabaje durante siete días más, cambiando el agua cada dos o tres días. Luego se saca del agua con cuidado, y se deja recuperando sus energías. De deposita en un lugar seco y fresco, a la sombra y fuera del agua.

Poco a poco y en unos días volverá a secarse. Luego bien seca y enroscada se puede guardar en un cajón. Lo ideal sería preparar una cajita de cartón dónde ella pueda ubicarse holgadamente.
Cuando la necesite otra vez, volver a comenzar el ciclo colocándola en la vasija con agua.

Recuerda: “cuando algo no te funcione, las cosas no te vayan todo lo bien que debieran y sientas que la suerte te ha abandonado, o simplemente quieras tener entre tus manos el único talismán vivo existente sobre la tierra, y dejarte favorecer por él, acércate a la rosa de Jericó y llévala a tu vida. Estarás dando un gran paso hacia la felicidad Para poder efectuar rituales con la rosa de Jericó debemos tenerla viva. O sea no tiene que estar seca guardada en un cajón  inactiva. Sino que debemos tenerla en un recipiente con agua, desplegada y en activo.

Además debes leer en los apartados correspondientes la leyenda y los beneficios de esta planta que viene desde la antigüedad, y  los cuidados pertinentes que conlleva poseerla, para que toda su potencia  y eficacia  pueda llegar a transformar tu vida.

Ritual para el amor

En un recipiente con agua tienes que poner una hoja de laurel, sal y debe decir: “bienvenida a mi hogar rosa de Jericó, mi corazón está triste”.
Luego de esta frase, le pediremos:” llévame con tu fuerza y poder al amor”. Dejaremos tres noches el agua dentro del recipiente.
Finalmente tiraremos el agua en tierra, puede ser un tiesto o en el  jardín. La rosa de Jericó te dará una fuerza interior que atraerá  ese amor tan deseado.
¡Mucha suerte!

Ritual para el amor

Para comenzar colocaremos tres monedas (del mayor valor que haya en el mercado en ese momento) en un trozo de tela blanca. Ataremos la  tela con tres nudos formando una bolsita.
Para continuar le pediremos que nos acepte diciendo: “rosa de Jericó te pido que me aceptes  y me ilumines con tu fuerza y tu luz”
Finalmente le pediremos: “multiplica estas monedas lo que creas necesario para mi beneficio”. Debes llevar la bolsa contigo.
La suerte ya ha entrado en tu vida!!!

Ritual para la suerte

Primero le pediremos permiso para que nos beneficie, tenemos que decir: “rosa de Jericó, a través de tu magia déjame ir a tu lado”
Enciende una vela blanca y pon un montoncito de sal al lado y repite tres veces: “rosa de Jericó ilumina mi camino”
Debes soplar la sal y que quede esparcida por tu casa o habitación. Sentirás un calor y mucha paz interior.
A partir de ahora, si crees realmente en la rosa de Jericó, toda tu vida  irá cambiando poco a poco.”

Leave a Reply

Your email address will not be published.